Bienvenidos

Hola a todos:
Bienvenidos al Blog. En este espacio virtual vamos a presentar actividades y proyectos de trabajo del curso de Economía y Ciencias Jurídicas e intercambiar ideas.
A partir del 4 de julio y hasta el 11 de julio vamos a debatir "online" sobre los temas de interés elegidos por los grupos. Para participar en la discusión solo tienes que escribir tu aporte en "Comentarios" y no olvides tu nombre al final.
En el siguiente enlace encontrarás algunas recomendaciones para escribir en un Blog: http://cafeintercultural.blogspot.de/p/textos.html
Muchos saludos,
Claudia

29 nov 2007

Hola Marianna y a todos!
El tema me resulta fascinante y a la vez complejo. Tiene muchas aristas y por cierto me toca muy de cerca. Verdaderamente hay varias cosas que me gustaría decir.
Debo advertir que para quienes venimos de países de inmigración, la visión del tema adopta un caracter muy peculiar.
Hay interrogantes que desde esa perspectiva se ven de otra manera o simplemente no existen. Así, en la Argentina se adquiere dicha nacionalidad por el mero hecho de nacer en “suelo argentino”, sea cual fuere la nacionalidad de los padres. Según la ley:
“Son argentinos todos los nacidos en el territorio de la República Argentina, sea cual fuere la nacionalidad de sus padres, con excepción de los hijos de Ministros Extranjeros y miembros de Legaciones diplomáticas residentes en la República” (Ley de Nacionalidad Nº 346 y sus Decretos Reglamentarios Nros. 3213/84, 231/95 y 1601/04)
¡Claro, esto también tiene la contracara de no se puede escapar de ella!. Argentina además tiene convenios de doble nacionalidad con países tales como: Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Honduras, Italia, Nicaragua, Noruega, Panamá y Suecia.
A mi juicio, los países de inmigración constituyen un fenómeno muy particular. Se trata de la configuración de una cultura, de un país y de una nación (no voy a profundizar aquí en el término como lo hicieron Nick y Rico) a partir de la “amalgama” de diferentes “identidades” nacionales. Lo cierto es que en mi país todos nos sentimos argentinos, nos definimos como tal y tenemos, una identidad muy propia, pero donde también entran las raíces españolas, italianas, alemanas, etc. también son parte de nuestra identidad y no un punto de disgregación o diferenciación, conflicto de identidad o algo semejante. Nuestros padres y abuelos nos dieron también mucho de su cultura y tradiciones, será por eso que cuando vamos a Italia o a España no nos sentimos extraños, allí anidan parte de nuestras propias historias familiares.
Por otra parte, lo que a mí siempre me resulta paradójico en Europa es el hecho de que se persiga una “unidad europea” sindo una constante los intentos de “diferenciarse o separarse” dentro de los mismos países, así como el “catalogar” o “determinar” quienes son los de origen y, z ó q, del norte o del sur, nórdico o de los países del sur, migrantes, etc. . Pero quizás una de las cosas que más me ha impresionado, aquí son las afirmaciones del tipo: “turco, italiano, croata, etc. portador/a de pasaporte xyz”, para referir a aquellas personas que han nacido y crecido por ejemplo en Alemania, dicho en términos técnicos, para quienes han vivido toda su socialización primaria y secundaria en un determinado país pero sus padres tienen otra identidad cultural!.
A quienes procedemos de un país de inmigración, esto le resulta muy extraño. No lo juzgo, sé que aquí las reglas son otras y habrá razones para ello. Pero a veces parece una forma casi estereotipada de “asignar identidad”, de igual manera cuando se habla de “turco, croata, etc. de primera o segunda o tercera generación”! Se imaginan esto en mi país!...Seríamos todos italo-espanoles, italo-alemanes de segunda o tercera generación, nunca hubieramos llegado a ser argentinos! ;). Me pregunto si es válido utilizar tales categorías para “asignar una identidad”, o si acaso no es esto una forma más de “catalogar” a las personas, constituyendo obstáculos para la cohesión y la sana convivencia social, generando al mismo tiempo conflictos, muchos innecesarios, en el plano individual. Creo que todas estas personas que han nacido y crecido en un determinado contexto geográfico y cultural, que comparten la lengua, y la forma de ser, independientemente cuál sea el origen de sus padres no pueden ser forzadas por un papel a tener una identidad específica.
A mi juicio la identidad no puede separarse de la cultura, de los propios valores culturales que uno recibe, adopta o incluso elige!. El psicólogo holandés G. Hofstede dice que “la cultura es el software de la mente”. Por tanto, pienso que como todo programa, admite muchas posibilidades...y es posible hacerle actualizaciones! Y eso es lo que creo que nos pasa cuando vivimos en culturas diferentes, por lo que la identidad también puede ser algo dinámico que se actualice y/o redefina de acuerdo a nuestras experiencias culturales.
Bueno, los dejo a todos hoy porque ya es tardísimo y no quiero aburrirlos!
¡Hasta mañana!
Saludos
Claudia

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