¡Hola Tobias!

el tema de la ayuda al desarrollo me parece muy interesante. Creo que aun hemos discutido sobre este tema en el último curso. Mi opinión es que la ayuda al desarrollo es un procedimiento que sólo puede ser efectivo en el caso de un desastre (como un terremoto o un raudal). En otros casos, la ayuda (aunque sea donada con objetivos positivos) impide que la populación de un país o de una región mejore su situación, ya que les hace dependiente del dinero de los países ricos. El procedimiento que encuentro más efectivo yo es la estrategia de los microcréditos, inventada y promovida por Muhamad Yunus, a quien le dieron el premio Nobel de paz en 2006. Según este método, un banco (en este caso el Banco Grameen) da un microcrédito (cuyo valor corresponde a 50 o 100 euros) a un grupo de cuatro o cinco personas (la mayoría son mujeres), para que puedan fundir un proyecto, con lo que puedan, en futuro, ganar su dinero. En concreto, el banco dejó el dinero para comprarse un móvil a un grupo de mujeres; y ellas establecieron una tienda en su pueblo en la que la populación pudiera llamar sus parientes, viviendo en otros pueblos. Este ejemplo muestra los principios que están en el centro de la idea de los microcréditos: el banco siempre deja el dinero a un grupo (ya que la probabilidad que devuelven el dinero es más grande así); el grupo hay que tener una idea de un proyecto; y tienen que elabroar en un esquema cuales metas quieren alcanzar y cuando. Las ventajas de este método son la iniciativa de la gente, su independencia y su responsabilidad (porque tienen que devolver el dinero). En consiguiente, los microcréditos les dan la oportunidad a los pobres que mejoren su nivel de vida sí mismo; además, tienen una perspectiva cuando han devolvido su crédito, ya que su proyecto continua.

En cuanto a tu tercera pregunta, la idea que el mundo occidental pueda imponer su estilo de vida a otros países con una cultura diferente, esta tendencia me preocupa. Es un fenómeno de lo que me dí cuenta en Chile, donde la cultura latinoamericana sigue pretiendo el estilo de los norteamericanos (si piensan a MacDonalds o los malls, por ejemplo). Ésto podría resultar en una uniformidad, ya que la gente “global” mira las mismas películas, come la misma comida y olvide su propia cultura y sus tradiciones. Me parece que el fenómeno es muy popular en los países de desarrollo y los países del tercer mundo, ya que cada uno cree que la cultura norteamericana le da posperidad y satisfacción. Sin embargo, olviden que esta cultura significa idividualismo y uniformidad (y quizás soledad) también.

Muchos saludos, Riko